El cambio global hacia la descarbonización está impulsando el crecimiento y el optimismo en el sector minero, según revela la última encuesta a empresas mineras de KPMG International, “Global Mining Outlook 2022”. En su duodécimo año, el informe combina la experiencia de los profesionales de las firmas miembro de KPMG en todo el mundo con las opiniones y perspectivas de 300 ejecutivos del sector en 23 mercados clave, incluidos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
Entre los principales resultados de la encuesta 2022, el 62 % de los encuestados a nivel global y el 54 % de los ejecutivos latinoamericanos revelaron que confían en las perspectivas de crecimiento de sus organizaciones para los próximos 24 meses. Si bien la cifra es ligeramente inferior a la obtenida en la encuesta 2021 (66 %), el resultado sirve para confirmar que la volatilidad en los precios de las materias primas y la mayor incertidumbre derivada de la pandemia y de las cuestiones geopolíticas no están aplacando el optimismo del sector. A pesar de las grandes fluctuaciones, los precios de las materias primas se mantienen cerca de máximos históricos, impulsados por un enorme crecimiento en la demanda de minerales, incluidos el litio, el níquel, el cobalto y el grafito, todos componentes que son esenciales en el proceso de descarbonización global.
«A medida que las cadenas de suministro del mundo buscan satisfacer una demanda creciente, la industria minera se encuentra cada vez más en la mira, con el desafío de entregar rápidamente los materiales que el mundo necesita de una manera que sea aceptable para las partes interesadas. En mi opinión, la transparencia y el compromiso de alta calidad serán fundamentales. Para aquellos que lo hagan bien, las recompensas serán significativas», aseguró Trevor Hart, Director Global de Minería en KPMG International.
Las iniciativas ESG se reconocen cada vez más como el principal riesgo para el sector
Si bien parte del impacto de la pandemia del COVID-19 disminuyó, es notable que los principales riesgos que enfrenta la industria minera continúan procediendo fuera del sector. Mientras los riesgos asociados al precio de los commodities, los permisos y el acceso a las reservas siguen siendo temas centrales para los ejecutivos, los factores ambientales y geopolíticos están ganando peso. A nivel sectorial, los encuestados identificaron el riesgo medioambiental y las nuevas regulaciones como el más importante, seguido por el precio de las materias primas y la licencia social para operar. El año pasado, los riesgos Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ESG) solo ocuparon el quinto lugar entre los principales. Este resultado se replicó en Latinoamérica, donde, además de destacar los riesgos asociados al medio ambiente y la licencia para operar, los encuestados también señalaron la inestabilidad política y el precio de las materias primas.
A medida que el mundo intenta combatir el cambio climático, el sector minero enfrenta un escrutinio social creciente y una fuerte presión de los inversores en materia de adopción de los criterios ESG, sobre todo luego de la última COP26. No obstante, muchos líderes destacan que la falta de claridad, las inconsistencias en las reglas en diferentes territorios y las regulaciones en constante cambio conforman un obstáculo para las perspectivas de crecimiento del sector, que, de otro modo, serían optimistas. Más de la mitad de los encuestados (55 %) señaló que no cree que las cuestiones relacionadas a ESG se entiendan claramente o sean consistentes en todos los mercados. Esta cifra fue refrendada a nivel regional por un 24 % de los empresarios latinoamericanos.
A pesar de la incertidumbre, hay señales de que los líderes de la industria están utilizando el actual período de crecimiento para reinvertir y comprometerse con un futuro más verde y sostenible.
Abrazando la transformación tecnológica
Una forma importante de reducir la huella de carbono es a través de la adopción de nuevas tecnologías. El 87 % de los ejecutivos cree que la tecnología tiene un papel clave a desempeñar para resolver los desafíos relacionados a ESG. Casi la mitad de los ejecutivos a nivel global (46 %) y más de la mitad de los empresarios latinoamericanos (56 %) cree que la innovación tecnológica será una fuente de disrupción en la industria durante los próximos tres años. Y la gran mayoría está decidido a aprovecharla (viendo la disrupción como una oportunidad, y no como una amenaza). Sobre todo, en Latinoamérica, donde el 85 % de los empresarios estuvo de acuerdo en esta afirmación.
Por otro lado, un 72 % de los ejecutivos a nivel global y el 6 % de sus pares latinoamericanos cree que los aspectos ESG serán la fuente de disrupción en su industria.
Un punto sorprendente de la investigación de este año fue que los efectos del COVID-19 desaparecieron por completo de los 10 principales riesgos identificados por los ejecutivos (aunque regionalmente hablando, el peso de la pandemia mostró algunos matices). La industria minera, como el resto de los sectores, se está adaptando a la «nueva normalidad». Y si bien algunos de los efectos de largo plazo de la pandemia siguen siendo problemáticos para el sector, incluidos el aumento de la demanda global y los problemas de la cadena de suministro, el mundo ahora mira con optimismo el camino hacia la recuperación económica, desarrollando en este proceso la aceptación de que los problemas internacionales más crónicos, incluido los relacionados a ESG, deben abordarse de manera más proactiva.
«Las empresas mineras no son conocidas como disruptores tecnológicos. Pero ahora existe el mandato de invertir más en tecnología para encontrar soluciones a los desafíos actuales, desde ESG hasta productividad y formas de reducir costos», declaró Manuel Fernandes, Socio líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG para América Latina.
Trevor Hart también destacó que para una industria que opera inherentemente a largo plazo, estos cambios en un corto espacio de tiempo son sorprendentes. «Subrayan hasta qué punto los problemas relacionados con el cambio climático y los aspectos ESG en general están replanteando las prioridades corporativas en la minería, como en casi todos los sectores comerciales. También influyen en el atractivo de la industria para los nuevos y diversos talentos que demanda. Los aspectos ESG se están volviendo cada vez más importantes en las salas de dirección de las empresas mineras, pero esto no significa que hayan desaparecido otras oportunidades y riesgos». El ejecutivo reconoció que los precios de los commodities siempre serán un eje para la industria, al tiempo que sostuvo que pese a los precios en alza, los ejecutivos que respondieron la encuesta de este año se mostraron confiados. «El riesgo está más relacionado con la volatilidad de los precios, con algunas fluctuaciones marcadas en los últimos tiempos que desafían los sistemas de comercio establecidos de LME (London Metal Exchange) y con la suspensión temporal del comercio de níquel como resultado. La inestabilidad política, la nacionalización y la amenaza de un conflicto comercial mundial también se han convertido en factores de primera línea. La encuesta se llevó a cabo antes de que ocurrieran los terribles acontecimientos en Ucrania. Sospecho que, si tuviéramos que volver a realizarla ahora, estos riesgos serían aún mucho mayores. Desde mi observación, las oportunidades para la industria son sobresalientes. La importancia del sector para el futuro del mundo ha ido ganando cada vez más protagonismo, y creo que se encuentra en una posición muy sólida», concluyó.