En el marco de «Fuel of the Future Conference» en DNV, como parte de la convención anual Nor-Shipping, el CEO de MSC, Soren Toft, destacó la importancia de trabajar juntos para lograr la descarbonización neta. En su discurso, explicó los puntos de vista de MSC sobre el estado de la descarbonización en el sector del transporte de contenedores, resumió cómo la empresa está abordando este enorme desafío y comentó cómo todos deben avanzar juntos en colaboración para abordar el cambio climático.
El envío de contenedores permite que la economía global funcione. A medida que los volúmenes de envío han crecido a lo largo de los años, también lo han hecho las emisiones ambientales producidas como subproducto de la entrega de mercancías en todo el mundo. Hoy en día, la velocidad a la que aumentan las emisiones ha comenzado a disminuir, pero aún queda mucho por hacer para que la lucha contra el cambio climático sea un imperativo mundial.
Las líneas de contenedores como MSC deben continuar haciendo su parte para ayudar a mitigar el impacto del cambio climático mientras continúan operando de manera responsable para satisfacer la demanda cada vez mayor del comercio mundial. En estre sentido, Soren señaló: «Es fundamental que nuestra prioridad este año no sea solo responder a la enorme demanda que estamos experimentando en los mercados muy complejos y congestionados que surgieron en medio de COVID, sino también asegurarnos de que no desvinculemos esto de nuestros esfuerzos para descarbonizar.»
La colaboración es clave para lograr los objetivos de descarbonización a los que aspira la industria naviera. El propio MSC ya fomenta la colaboración en toda la industria y entre sectores para permitir la inversión masiva necesaria para descarbonizar el transporte marítimo. Si bien la compañía continúa invirtiendo en tecnologías bajas en carbono y explorando diferentes opciones de combustible, los transportistas en general continúan luchando por la falta de soluciones disponibles a escala.
Con el costo total de descarbonizar el envío estimado en billones de dólares, los transportistas deben tomar costosas decisiones de capital que perdurarán durante décadas. También se requiere una inversión urgente y una mejor comprensión de cómo las empresas y la sociedad compartirán la carga de los costos.
En su discurso, Soren enfatizó que «la transición a una economía baja en carbono requiere una acción colectiva amplia y alianzas productivas con nuestras partes interesadas a través y más allá del transporte marítimo».
«Al cooperar y colaborar con otros, capitalizaremos y aprovecharemos las interdependencias entre la logística marítima y terrestre, así como otros sectores que proporcionan combustibles, sistemas de distribución e infraestructura», concluyó el CEO de MSC.