Cada vez más el consumidor es el actor clave a la hora de conocer la ruta que hace un producto desde su origen hasta su adquisición final. La trazabilidad es la tecnología que permite transitar ese camino con transparencia y seguridad para el mercado privado, los gobiernos y la sociedad.
De acuerdo con María José Martinez Ega, Gerenta General de SICPA Argentina “la trazabilidad de los productos hasta llegar al consumidor final otorga grandes beneficios al sector público porque se incrementa la recaudación fiscal y en paralelo se combate el comercio ilícito. Hoy existen soluciones que permiten al consumidor identificar las diferentes etapas de un proceso de producción y distribución certificando su origen y calidad. De este modo se optimizan los ingresos fiscales, se refuerza la economía local y la competencia leal evolucionando de un modelo controlado por el Estado a otro auto financiado y sostenible, con mayor transparencia y participación ciudadana”.
Las tecnologías de trazabilidad logran la innovación constante para contribuir con la legalidad de los mercados y el comercio, brindando soluciones tecnológicas de apoyo a los gobiernos y de protección de marca, para el control de impuestos y el cuidado de la salud de las personas.
Estas plataformas integran sistemas de marcación, trazabilidad y monitoreo diseñados para optimizar los ingresos fiscales de los bienes sujetos a impuestos especiales dando como resultado una solución integral que se adapta con flexibilidad al contexto local de producción, distribución y consumo.
Algunos de los beneficios que ofrecen son: administración de servicios de datos, rastreos y seguridad a través de estampillas fiscales digitales que se presentan en la forma de un sello de papel o de una marca que se imprime directamente en el envase de los productos.
“La efectividad de las tecnologías desarrolladas para el control de este tipo de productos, ha sido reconocida por los gobiernos que, con base en sus propias estimaciones de impacto, calculan un aumento de recaudación, entre el 20% y el 50%”, sostuvo Martinez Ega.
El mercado ilícito es un problema a escala mundial y la irrupción del COVID-19 ha complejizado este escenario, la trazabilidad hace posible verificar la autenticidad y legalidad de los artículos que se compran por eso está siendo aplicada además para la protección de marcas en diversas industrias incluyendo funciones de autenticación, identificación de producción y prevención de la manipulación.
La implementación de proyectos de trazabilidad continúa expandiéndose a escala global debido también al control que brinda al consumidor al verificar la legalidad de los productos que consumen con tecnologías simples y fáciles de usar.
En Chile, por ejemplo el Servicio de Impuestos Internos (SII) cuenta con este sistema de implementación para la marcación y seguimiento de 800 millones de paquetes de cigarrillos anuales para consumo nacional, además de productos importados.
En República Dominicana, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha desarrollado un sistema Integral de Identificación, Marcación, Autentificación y Trazabilidad de alcoholes y cigarrillos que busca reducir los niveles de evasión y comercio ilícito de estos productos.
En Ecuador el proyecto SIMAR – Sistema de identificación, marcación, autentificación, rastreo y trazabilidad fiscal de bebidas alcohólicas, cervezas y cigarrillos de producción nacional-permite la marcación de mil millones de productos al año, una iniciativa pionera en la región.