La Cámara de Comercio Suizo Argentina cerró su gestión institucional correspondiente al período 2022 con su tradicional Almuerzo de Fin de Ciclo. El evento, que tuvo lugar en las instalaciones del Alvear Palace Hotel, reunió a representantes de las empresas asociadas y a sus invitados especiales.
La apertura del Almuerzo de Fin de Ciclo estuvo a cargo de Ernesto Kohen, Presidente de la CCSA, quien en sus palabras de bienvenida expresó: «Hoy es un momento de gran satisfacción y alegría», al tiempo que agradeció la presencia de todos los presentes. “Estamos felices de contar con la cantidad de socios y amigos que nos acompañan, en la que destaca la prometedora mesa de los jóvenes porque uno de los objetivos de nuestra gestión es incorporar a los Sub35 a la comunidad interempresarial de la CCSA”.
Asimismo, el titular de la entidad agradeció a todos los presidentes que lo precedieron en la entidad y a todos los socios de la comunidad suiza que permanentente prestan su ayuda; así como al staff de la Cámara. «Nuestro equipo ha desarrollado una tarea espectacular, habiendo posibilitado con su esfuerzo el encuentro que estamos realizando», dijo.
Acto seguido, Kohen brindó una nueva bienvenida al Embajador Hans-Ruedi Bortis. «Ya lo hemos recibido en nuestra casa luego de su designación y hemos compartidos algunas misiones; sin embargo, éste es su primer Almuerzo de Fin de Ciclo en esta nueva etapa como máximo representante de Suiza en la Argentina«.
Por otra parte, destacó la presencia de muchos economistas que estuvieron en el Alvear Palace Hotel y muy especialmente la de Guillermo Paez, Presidente de la Federación de Asociaciones Suizas de la República Argentina. «Además de valor todas las labores culturales y sociales que desarrolla con la comunidad suiza en nuestro país, con FASRA nos une el proyecto del Museo Virtual de la Comunidad Suiza, que se viene desarrollando con personal específicamente dedicado».
También agradeció al conferencista Ricardo Arriazu, el orador dentral del evento. «Este prestigioso economista ya es parte de nuestra casa, reconocemos su dedicación cada vez que lo convocamos y la oportunidad que ofrece de abrir nuestros horizontes con su privilegiada visión profesional».
El Embajador Hans-Ruedi Bortis aseguró sentirse muy honrado de participar de manera activa en la vida de la Cámara de Comercio Suizo Argentina. «Con sus 150 socios y 75 empresas suizas, constituye uno de los pilares más importantes de nuestra gestión. Como jefe de misión, junto a mi equipo, estamos comprometidos y es un gusto cooperar con la CCSA». Al mismo tiempo, instó a los presentes a seguir participando en la organización y saludó a los comités, sus directoras y directores, y a toda su junta directiva. «Sepan que la Embajada seguirá apoyando a las empresas suizas y argentinas, socias de la Cámara».
En su disertación, el economista Ricardo Arriazu propuso una introducción en torno a cuatro ejes: la incertidumbre mundial, las presiones inflacionarias, la actividad económica y su desaceleración (con algunas sopresas) y las burbujas en los activos que se desinflan. Luego se metió de lleno en el caso Argentino, describiendo la larga historia de su decadencia económica. A la hora de plantear los escenarios de cara a lo que queda del año y al devenir del próximo, definió que el problema es político y que se refleja en la confianza. Tras abordar el sector real, en términos de evolución reciente y de arrastre, enunció los determinantes del crecimiento de corto plazo y puso bajo la lupa a la inflación y el fenómeno que denominó «la calesita de los precios relativos».
«¿Qué viene ahora?», interpeló. «¿Estabilidad Relativa? ¿Crisis en Etapas? ¿Rodrigazo? ¿Hiper?», profundizó. También se preguntó y reflexionó en tono al tipo de cambio: ¿habrá continuidad de la actual política o cambiará?
Finalmente, Arriazu trazó un panorama acerca de los impactos de la sequía en función de la producción agrícola; sosteniendo, además, que el sector energético constituye lo que ha dado en llamar «la nueva esperanza» ya que -de concretarse algunos proyectos en danza- «la balanza energética podría mejorar en 15 mil millones de dólares hacia 2025 y se podría exportar 30 mil millones de dólares de energía hacia 2030», concluyó.