Néstor García, CEO de KPMG Argentina, participó del reporte «Mundo laboral. Volver o no volver al trabajo presencial: qué están haciendo las grandes empresas», publicado hoy por el diario Clarín. En ese marco, destacó que en la empresa trabajan 1.300 personas, todos haciendo home office desde el inicio de la cuarentena.
«Si un proyecto en un cliente requiere trabajo presencial, debe ser bajo estrictos protocolos», dijo. Pero aclaró que «como vimos en los últimos 12 meses, podríamos continuar en home office sin afectar el cumplimiento de nuestros servicios y la administración de nuestra sociedad».
«La modalidad remota continuará de seguir con las mismas condiciones sanitarias. Solo están abiertas las oficinas para ser utilizadas en caso puntuales y a requerimiento», sostuvo, al tiempo que explicó: «Según nuestros protocolos no podrían concurrir más de 10 empleados por piso y solo para los que quieran ir, no hay obligación».
El CEO de la compañía señaló que una encuesta interna reveló que el 86% de los empleados optaría por un mix de trabajo a distancia y trabajo presencial, pero con más del 50% de los días en home office. «Así que hay una preferencia clara hacia un mix orientado al home office», puntualizó.
García entiende que, en cuanto al trabajo remoto, existen ventajas relacionadas con «un gran ahorro de tiempo y costos por viajes, más tiempo compartido con la familia y contratar gente de cualquier ciudad del país». Pero, como desventaja «está la pérdida de la interacción personal con grupos de trabajo», por lo que mantener la cultura de la compañía «es un desafío», concluyó.