Lo invitamos a hacer un recorrido histórico por la inserción de las empresas de capitales suizos en el país. En este caso, la iniciativa surge a partir de la aparición de documentación de valor que permite graficar el legado de las empresas y como se fueron articulando para favorecer la expansión en el país.
En los albores de la II° Guerra Mundial, entre el 27 de octubre y el 28 de noviembre de 1939, Expo Suiza se llevó a cabo en Buenos Aires. Se trató de una feria itinerante que, según uno puede advertir a partir de la muestra fotográfica, pasó previamente por New York, Miami, Bogotá, Lima, Santiago de Chile, y luego iría hacia San Pablo y Río de Janeiro.
Organizada por la Cámara de Comercio Suizo Argentina, la Oficina Suiza de Expansión Comercial (hoy S-GE, Switzerland Global Enterprise) y la Oficina Nacional Suiza de Turismo, la feria llamativamente no tocó México. Ese es un dato que pone de manifiesto que el peso relativo del mercado mexicano en aquel entonces no es el actual.
Con los típicos factores de distinción a cuestas asociados a calidad e innovación, el objetivo de la venida de empresas suizas era abrir mercados o, en otros casos, reforzar la presencia a través de estas ferias. Los sectores con mayor inserción en la exposición fueron los de maquinaria, energía y electricidad y textil, además de relojería. Llama la atención no ver al sector pharma representado en el conglomerado de empresas que se dieron cita. Ese es otro dato de valor que quizás habla del cambio de matriz productiva del país.
Otro dato de interés es que, a juzgar por la muestra fotográfica que queda de la época, las empresas grandes habían desembarcado con su propio branding y por cuenta propia, en tanto que las empresas medianas y pequeñas lo hacían con un socio local.
Y es interesante resaltar que, a juzgar por los apellidos, en los representantes locales prevalece la tradición suiza.
Muchas de las empresas de la feria hoy continúan, otras se han fusionado, otras han sido discontinuadas. Lo sostenible es la relevancia del entramado de empresas suizas en el país, de las que damos testimonio a partir de la muestra mencionada.
Quienes estuvieron – 1° entrega
Había empresas como CKSP Winkler &Co de Zurich, que tenían un representante como Dellazoppa S.A.C, pero que también era el representante de Sika y productos de la firma como iGas y Plastiment.
Otro caso es el de la empresa Escher Wyss S.A, oriunda de Zurich, ya no opera en el mercado, pero fue la responsable de colocar 4 bombas de electricidad en la usina de Dock Sud para la compañía argentina de electricidad. Vale recordar que la inserción de empresas industriales suizas fue muy importante para el desarrollo del país. En su momento estuvo también la Compañía de Electricidad Suizo Argentina, que tenía capitales suizos. También está el caso de la empresa Maag y de Sihl, que ya no existen, cuyo negocio era la producción de bombas de petróleo, y era representada por Fischbach, Enquin y Sidler, ingenieros industriales locales de origen suizo.
Lo relevante del caso de Fischbach es que fue el primer presidente de la CCSA. Este tema del origen del representante es un patrón que recorre la metodología de la operación de las empresas suizas en el país.
Otra de las firmas presentes es Aluminum Industrie, que luego de llamó Alu Suisse, y de Injecta (especialistas en la fundición por inyección), ambas representadas por Mario Tresoldi
Empresa Vander: representante de Ovomaltine, es una marca de productos de sabor a leche malteada. Es una marca muy tradicional de leche chocolatada.
Brown Boveri & Cie: empresa del sector electricidad estuvo también presente en la feria. La firma de la ciudad de Baden luego se fusionó con la empresa ASEA de Suecia, y hoy es ABB, con una amplia presencia en el país.
*Realizado con el aporte de B.B., socio activo de CCSA desde 1987 e hijo de uno de los ex presidentes de la CCSA